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Nuevos compromisos de gasto militar del Gobierno español

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Cazas militares despegando en una base militar española

Junio no ha sido mal mes para el aumento del gasto militar español. De hecho, el Gobierno ha aprovechado para aprobar nuevos compromisos de gastos en este nuevo ciclo de rearme en el que andamos embarcados.

Si sumamos los meses de abril y mayo, el trimestre primaveral que acaba supondrá un compromiso de gasto militar imprevisto de más de 1.100 millones de euros.

Submarinos S 80, S-81 Plus o como los quieran llamar en el futuro.

El Consejo de Ministros del pasado 15 de junio ha aprobado el acuerdo por el que se autoriza al Ministerio de Industria a firmar la sexta «adenda» al convenio de desarrollo del submarino S-80.

Las adendas sucesivas han servido para ampliar los plazos de entrega de los submarinos en cuestión y, sobre todo, para aumentar de forma exagerada el sobregasto que éstos han implicado hasta ahora, de modo que esta esperable sexta (que no será la última) adenda debería anticipar el nuevo pelotazo económico con que el gobierno viene dopando a la industria militar para hacer unos submarinos que no se necesitan y que no nos benefician en nada.

Pero no nos vayamos a ilusionar, porque el anuncio del Consejo de Ministros, en perfecta coherencia con la política de desinformación que caracteriza todo lo relativo a la defensa, no señala cuánto va a aumentar la factura en cuestión, sino que se limita a decir que se autoriza al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a firmar una sexta adenda y punto pelota.

¿Qué por qué va a aumentar la factura? Pues muy sencillo: porque se tiene previsto fabricar cuatro submarinos y lo gastado hasta ahora no sirve para completar la entrega de primero de ellos, lo que quiere decir que, salvo que los otros tres sean gratis, que no lo son, van a suponer un nuevo (y al parecer tan grosero que no se atreven a desvelarlo) pelotazo del gasto militar español que sumar a los cerca de 4.000 millones gastados hasta ahora y a los otros cerca de 300 invertidos en mantener a flote los obsoletos hasta que se entreguen los nuevos.

Llevamos un sobregasto del +239% sobre el presupuesto inicial y parece que el saco no tiene fondo, pero no pasa nada, porque las agendas mediáticas y políticas ya se encargan de ocultar este desafuero y nadie, menos aún los políticos de nuestro variopinto partido militarista ramificado y asentado en el Congreso va a incomodar a los señores de la guerra, que es cosa radical y que no se lleva.

¿No merecería la pena que alguien pidiera al Tribunal de Cuentas que solicitara una auditoría?, ¿Qué se pidiera un informe a la IGAE? ¿O al menos que ejerciera una labor de control en el parlamento pidiendo comisiones de investigación, documentos, informes, … en fin, algo de claridad y responsabilidad?

Pero el gasto del submarino, con ser mucho y desconocido, no es el único compromiso de gasto militar con el que se ha despachado el mes de junio, el mes de la campaña de la declaración de la renta, el mes de la campaña de lucha contra el gasto militar, el mes de la promoción con pompa y bien de difusión de los submarinos S80 y de la ministra de defensa.

Si el submarino S80 trae cola, no es el único gasto desmesurado con el que nos regala el gobierno más progresista de la historia y que no va a dejar a nadie atrás en esta situación crítica en que nos encontramos. Podríamos, pongamos por caso, hacer una comparación entre este gasto militar con, pongamos por ejemplo, lo desastroso y fracasado de la gestión del ingreso mínimo vital, que ni llega a quien tiene que llegar, ni se resuelve con la celeridad que exige la urgencia del caso.

Pero no seamos quisquillosos, que tenemos a los militares cacareando, los pobrecillos, por lo poco que se gasta en defensa y lo mal que lo pasan defendiéndonos sin que los queramos como se merecen, que los pobres tienen su corazoncito también y sufren.

Veamos otros gastos que se disparan:

En los restantes consejos de Ministros del mes de junio contamos con 546,4 millones de euros (más lo que no se especifica en los acuerdos que autorizan el aumento de gasto) de gasto militar aprobado.

  • Acuerdos del 1 de junio:

26,1 millones de euros para adquirir en renting vehículos para la Guardia Civil « dedicados a investigación, información, apoyo y labores de protección de altas personalidades».

  • Acuerdos del 8 de junio:

Un acuerdo por el que se ha autorizado la celebración del contrato para la sustitución de los radares de vigilancia aérea Alenia RAT-31SL/T del Sistema de Mando y Control Aéreo (SIMCA), por un valor estimado de 100,8 millones de euros.

  • Acuerdos del 15 de junio:

En este Consejo de Ministros se ha autorizado un gasto de 15,14 millones de euros para comprar paracaídas para el ejército del Aire.

También 91,4 millones para sostenimiento de los aviones T-18, T-22 y T-20.

Y otros 32 millones para financiar transporte aéreo de personal de las fuerzas armadas a zonas en conflicto.

Los ya referidos compromisos para la sexta adenda del contrato con Navantia por los submarinos sin fondo (presupuestario), cuyo importe desconocemos.

  • Acuerdos del 29 de junio:

261 millones de euros para programas de armas del ejército del aire

39 millones más para helicópteros para la Guardia Civil

Otra cantidad que ni siquiera nos cuentan para guerra electrónica en helicópteros de transporte pesado CH-47 F.

Otro acuerdo del que tampoco nos ofrecen más referencias, por el que permiten rebasarlos límites para adquirir, con cargo a ejercicios posteriores, compromiso de gasto para el Instituto Social de las Fuerzas Armadas.

Otro para adquirir compromisos de gasto, tampoco sabemos por qué importes, con cargo a ejercicios futuros para posibilitar al Ministerio de Defensa a financiar diversos proyectos futuros con Airbus.

Más de 1.161,4 millones de euros en un trimestre

No está mal: 565,44 millones de inyección al gasto militar en un solo mes.

Un gasto que sumar a los 49,6 autorizados en mayo, los 546,4 (291,7 de ellos para participación en misiones de injerencia militar) en Abril.

Un trimestre que nos sitúa en un nivel de compromiso de gasto militar desbordado, como siempre, de al menos 1.161,4 millones de euraos comprometidos para el militarismo militante del que el gobierno hace gala.

Ya veremos en unos días qué datos ofrece la liquidación de gasto que ofrece el IGAE referido a los seis primeros meses de ejecución del presupuesto. Seguro que aquí tampoco defraudará y seguirá creciendo con el mismo descaro con que lo lleva haciendo desde hace tantos años.


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