Caravana Abriendo Fronteras pone rumbo al archipiélago canario
¡La Caravana Abriendo Fronteras resiste y pone rumbo al archipiélago canario!
Del 17 de julio que nos encontremos en Gran Canaria hasta el día 24 que nos despidamos en Tenerife, llevaremos a cabo acciones de denuncia y reivindicación y también tendremos espacios de encuentro para conocer y debatir sobre experiencias, luchas y acciones de las colectivas locales de acompañamiento y apoyo a las personas migrantes y otras resistencias en fronteras.
Denunciaremos las políticas migratorias asesinas y el nuevo Pacto Europeo sobre Migraciones y Asilo que sigue poniendo el foco en el retorno, las deportaciones, la externalización de fronteras y la firma de acuerdos de readmisión por terceros países como herramientas básicas del control fronterizo, por delante de los derechos humanos y la acogida digna. Denunciaremos los dispositivos de privación o semi-privación de libertad, los espacios de contención como campamentos, CIEs o CATE; la militarización y la presencia de FRONTEX en Canarias. Seguiremos fortaleciendo redes y alianzas, reivindicando el derecho a la salud y a disponer de vacunas para todas las personas en todos los lugares, reclamando el derecho a solicitar asilo, a la libertad de movimiento y la regularización para todas las personas en situación administrativa irregular que se encuentran en el territorio español.
Neocolonialismo extractivista
Las circunstancias políticas, sociales y económicas de los últimos años han agravado algunas de las condiciones que empujan a las personas a decidir migrar. El impacto de la pandemia está siendo grave en los países de África Occidental y del Sahel Occidental, de donde proceden las personas migrantes que llegan a Canarias y donde la economía informal tiene un gran peso. A esto hay que sumarle el empobrecimiento asociado a los procesos de globalización, el extractivismo que despoja a estas comunidades de sus recursos y formas de vida; y los conflictos armados en algunas de estas regiones, donde los gobiernos europeos tienen una responsabilidad histórica y, en muchos casos, un papel activo en la actualidad. No existe efecto llamada, sino que se fomenta el efecto expulsión.